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El hormigueo en el cuerpo, conocido médicamente como parestesia, es una sensación incómoda que muchas personas experimentan en algún momento de sus vidas. Mount Sinai explica que se trata de una sensación anormal que se puede producir en diferentes partes del cuerpo, incluyendo los dedos, las manos, los pies, los brazos o las piernas.
Puede aparecer de forma momentánea o mantenerse en el tiempo y, aunque en muchos casos no se debe a algo grave, puede ser síntoma de alguna afección médica que requiere de atención. Quienes padecen de hormigueo en el cuerpo puede experimentar una sensación que puede percibirse como pinchazos, entumecimiento o pequeñas descargas eléctricas.
En este artículo explicamos qué es el hormigueo corporal, por qué ocurre, y cuáles son las causas más frecuentes, desde las más comunes y transitorias hasta las que requieren intervención médica. Además, comentamos qué tratamientos existen según el origen del síntoma, cuándo es necesario acudir al médico y qué medidas pueden ayudar a prevenir o aliviar esta molestia en el día a día.
ÍNDICE
¿Qué es el hormigueo y por qué ocurre?
Cleveland Clinic resalta que el hormigueo en el cuerpo se conoce en el ámbito médico como parestesia, y que se utiliza para describir una sensación de ardor, picazón o entumecimiento en la piel o debajo de ella. Este síntoma se puede presentar en cualquier parte del cuerpo, aunque afecta principalmente a las extremidades.
Los expertos clasifican el hormigueo corporal o parestesia en dos categorías:
- Parestesia transitoria o temporal: es el tipo de hormigueo corporal más común, y su característica principal es que es de corta duración. Puede presentarse cuando las personas permanecen sentadas durante mucho tiempo, pero se alivia después de extender las piernas.
- Parestesia crónica o persistente: este tipo de hormigueo en el cuerpo dura mucho más tiempo, y no desaparece con facilidad. Por lo general, se asocia a enfermedades que pueden requerir de atención médica, como el síndrome de túnel carpiano o el síndrome de túnel cubital, que pueden causar hormigueo en las manos.
En los casos de parestesia crónica, el hormigueo puede volverse no solo molesto, sino también incapacitante, interfiriendo con actividades cotidianas como escribir, caminar o incluso dormir. Precisamente por eso es importante acudir a un especialista para determinar las posibles causas y llevar a cabo el tratamiento que corresponda.
Causas comunes del hormigueo en el cuerpo
Tal como mencionamos antes, el hormigueo en el cuerpo puede ser un síntoma de muchas condiciones distintas. Desde influencias externas que alteran el funcionamiento nervioso hasta desequilibrios internos que afectan la forma en que se transmiten las señales corporales, sus causas son muy variadas.
A continuación, comentamos algunas de las causas más comunes que pueden generar parestesia o sensación de hormigueo:
Problemas circulatorios
Los problemas circulatorios están asociados a la parestesia persistente o crónica, ya que la mala circulación afecta los nervios y la forma en la que se transmiten las señales desde y hacia el cerebro.
Esto puede ocurrir por compresión de vasos sanguíneos o por condiciones vasculares que reducen el flujo sanguíneo en ciertas zonas del cuerpo. Algunas afecciones relacionadas son el endurecimiento de las arterias y el fenómeno de Raynaud.
Para profundizar en el tema, recomendamos leer nuestro artículo sobre problemas circulatorios. En él comentamos cuáles son algunos de los más comunes y cuáles son los síntomas que suelen producir, incluyendo el hormigueo en el cuerpo.
Factores externos y tóxicos
WebMD resalta que hay factores externos que pueden provocar parestesia, sobre todo la exposición a sustancias tóxicas, ya que éstas afectan el sistema nervioso. Dentro de los más comunes se encuentran:
- Medicamentos (incluidos los de quimioterapia).
- Drogas ilícitas.
- Alcohol y tabaco.
- Radioterapia.
- Toxinas en mariscos.
- Mordeduras de animales.
- Picaduras de insectos, garrapatas o arañas.
En muchos casos, los efectos de estos factores externos no se manifiestan de inmediato, sino que pueden desarrollarse de forma progresiva. Por ejemplo, las personas sometidas a tratamientos médicos agresivos como la quimioterapia o la radioterapia pueden experimentar hormigueo semanas o incluso meses después de iniciado el tratamiento.
Aunque la mayoría de los casos el problema se resuelve por sí solo, en otros es necesario recibir atención médica urgente, sobre todo si se presentan otros síntomas como debilidad muscular, dificultad para respirar o alteraciones en el ritmo cardíaco.
Para complementar, recomendamos leer nuestro artículo sobre consumo de alcohol y enfermedades.
Factores mecánicos o posturales
Permanecer mucho tiempo en una misma posición también puede provocar parestesia. University of Rochester Medical Center habla sobre esto, y menciona que en muchas ocasiones el síntoma de hormigueo se produce porque se comprime o se ejerce presión constante sobre un nervio, se reduce la irrigación sanguínea y se interfiere con la capacidad del nervio de enviar señales al cerebro.
Esta es una de las causas más simples, y se puede solucionar después de estirar un poco el cuerpo.
Factores psicológicos
El estrés, la ansiedad y los ataques de pánico pueden desencadenar sensaciones físicas como el hormigueo, especialmente en las extremidades o en el rostro, debido a la hiperventilación o a la respuesta del sistema nervioso autónomo.
Healthline explica que ante las situaciones estresantes el cuerpo reacciona con algo que se conoce como respuesta de lucha o huida, que aumenta el flujo sanguíneo de las extremidades a otras partes del cuerpo. Un ataque de ansiedad, por ejemplo, puede causar hiperventilación, contraer los vasos sanguíneos y reducir la cantidad de dióxido de carbono en la sangre.
Trastornos neurológicos y del sistema nervioso
Los trastornos neurológicos y del sistema nervioso están entre las causas más complejas del hormigueo corporal, ya que incluyen alteraciones en la forma en que el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos procesan y transmiten las señales.
Estas son algunas causas comunes por la que también una persona puede experimentar parestesia:
- Lesión en nervios (por traumatismo o presión).
- Hernia discal.
- Compresión nerviosa (incluido el síndrome del túnel carpiano).
- Esclerosis múltiple.
- Síndrome de Guillain-Barré.
- Accidente cerebrovascular (ACV) y AIT.
- Convulsiones.
- Migrañas.
- Afecciones congénitas que afectan los nervios.
En estos casos, el hormigueo suele estar acompañado de otros síntomas neurológicos, como debilidad, problemas de equilibrio o visión borrosa. Debido a la gravedad que tienen, la mayoría de estas causas requiere de atención médica inmediata.
Trastornos metabólicos y hormonales
El artículo de Cleveland Clinic que citamos en apartados anteriores señala que la parestesia también tiene causas relacionadas a trastornos metabólicos u hormonales. Trastornos como la diabetes, el hipotiroidismo, y la deficiencia de ciertas vitaminas afectan la salud de los nervios de manera indirecta, pero significativa.
La diabetes es uno de los ejemplos más conocidos, ya que los niveles elevados de glucosa en sangre pueden deteriorar gradualmente las fibras nerviosas, provocando una condición llamada neuropatía diabética. Esta alteración puede iniciar con un leve hormigueo en los pies o las manos y progresar hasta convertirse en un dolor crónico o una pérdida casi total de sensibilidad.
Infecciones y enfermedades autoinmunes
Las infecciones y enfermedades autoinmunes también pueden desencadenar episodios de parestesia al dañar directa o indirectamente el tejido nervioso. Algunas infecciones virales, como las causadas por el herpes zóster o el virus de Epstein-Barr, tienen la capacidad de inflamar o comprometer nervios periféricos, generando hormigueo o dolor localizado.
En otros casos, ciertas bacterias pueden desencadenar respuestas inflamatorias que afectan el sistema nervioso, como sucede en enfermedades como la enfermedad de Lyme.
En el caso de los trastornos autoinmunes, el sistema inmunológico ataca por error los propios tejidos del cuerpo, incluyendo los nervios. Condiciones como el lupus, el síndrome de Guillain-Barré o la artritis reumatoide pueden provocar inflamación nerviosa y producir sensaciones de ardor, entumecimiento o cosquilleo persistente.
¿Cuándo debe ser motivo de preocupación?
En la mayoría de los casos la parestesia no es un problema grave, pero en algunas ocasiones aparece como síntoma de enfermedades que requieren de atención. WebMD señala que hay casos en los que se puede presentar debido a que una persona padece cáncer, y que la enfermedad se está propagando a lo largo de un nervio.
La recomendación del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido es acudir a un especialista si el hormigueo se prolonga a lo largo del tiempo y si se presentan otros síntomas que puedan causar preocupación.
Tomar medidas a tiempo puede ayudar a mejorar el pronóstico del paciente, sobre todo si se trata de condiciones complejas como algunas de las que mencionamos a lo largo del artículo.

Tratamientos y remedios para el hormigueo
En muchos casos, como cuando el hormigueo aparece por problemas circulatorios, basta con tomar medidas para mejorar la circulación. En otros, el tratamiento puede ser más complejo, ya que todo depende de la causa detrás del síntoma.
Medical News Today resalta que los médicos también pueden recomendar el consumo de ciertos medicamentos para tratar directamente el dolor en los nervios, como la amitriptilina y la duloxetina.
Debido a que sus causas son tan variadas, lo mejor es acudir a un centro de atención médica si la sensación de hormigueo se mantiene y no se sabe qué la está ocasionando. Solo un profesional puede hacer un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento correspondiente.
Prevención del hormigueo en el cuerpo
Al igual que sucede con el tratamiento, la prevención también depende de las causas. Sin embargo, los especialistas señalan que hay medidas generales que se pueden adoptar para prevenir condiciones relacionadas a la parestesia.
Estas indicaciones incluyen desde cambios en la dieta, hasta la práctica de ejercicios de forma regular y eliminar hábitos que pueden ser poco saludables, como fumar. Tener un estilo de vida sano ayuda a reducir el riesgo de sufrir problemas de salud, y solo basta hacer algunos pequeños cambios para lograrlo.
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Fuentes:
- https://my.clevelandclinic.org/health/symptoms/24932-paresthesia
- https://www.healthline.com/health/anxiety-numbness
- https://www.webmd.com/brain/paresthesia-facts
- https://www.nhs.uk/symptoms/pins-and-needles/
- https://www.urmc.rochester.edu/encyclopedia/content?ContentTypeID=1&ContentID=58
- https://www.mountsinai.org/health-library/symptoms/numbness-and-tingling