¿Un disgusto grande puede producir cáncer?

La relación entre estrés, disgustos y cáncer

El concepto de estrés hace referencia a lo que las personas experimentan cuando están bajo presión mental, física o emocional, según resalta National Cancer Institute. Por lo general, esta presión ocurre por situaciones en las que la persona experimenta una sensación de miedo o peligro, aunque muchas veces se trate de problemas que pueden surgir de las responsabilidades y rutinas diarias, incluyendo aspectos familiares, laborales y económicos.

Cuando el cuerpo responde a estas situaciones, libera hormonas como la epinefrina y la norepinefrina, conocidas como las hormonas del estrés. Esto ayuda a las personas a actuar con mayor fuerza y rapidez ante lo que consideran una amenaza, pero también puede tener un impacto negativo, ya que aumenta la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los niveles de azúcar en la sangre.

Además, está demostrado que el estrés prolongado, conocido como estrés crónico, aumenta el riesgo de padecer problemas digestivos, enfermedades cardíacas e hipertensión. De igual manera, puede debilitar el sistema inmunológico y hacer a las personas más vulnerables a las infecciones virales.

En cuanto a la relación que puede tener con el cáncer, no hay un consenso, ya que los estudios que se han realizado sobre el tema han arrojado resultados mixtos. Hay investigaciones que, por ejemplo, han encontrado una asociación entre el estrés laboral y el riesgo de cáncer de próstata; mientras que otras similares resaltan que no hay evidencia de que esa asociación exista realmente.

El artículo de National Cancer Institute que citamos antes, resalta que esta asociación podría ser más bien indirecta, ya que el estrés puede llevar a las personas a tener patrones de comportamiento poco saludables, que sí tienen una relación comprobada con el cáncer. Estamos hablando de hábitos como fumar, comer en exceso, beber alcohol y tener un estilo de vida sedentario.

Para complementar esta lectura, recomendamos revisar uno de nuestros artículos, en el que explicamos cómo combatir el estrés. Si bien es considerado como una respuesta natural del cuerpo, las personas pueden tomar medidas para gestionar sus niveles de estrés, tener una vida más saludable, y evitar sus efectos negativos sobre el cuerpo. 

¿Cómo puede el estrés crónico favorecer el desarrollo del cáncer?

El estrés crónico no es una causa directa del cáncer, pero sí puede afectar a las personas que ya padecen de esta enfermedad, sobre todo porque puede hacer que progrese y se propague a otras zonas del cuerpo. Se trata de algo complejo, sobre todo si tomamos en consideración que los pacientes de cáncer no solo se enfrentan a los desafíos cotidianos que pueden causar estrés, sino a las preocupaciones relacionadas al diagnóstico, el tratamiento, y el miedo que causa la enfermedad.

City of Hope Cancer Center explica que en algunos estudios se ha comprobado que existe una relación entre el estrés y el crecimiento de los tumores en los pacientes con cáncer. A esto se suma también que el estrés puede afectar la salud mental de las personas y, por lo tanto, su capacidad de tomar decisiones acertadas en relación al tratamiento para la enfermedad.

Harvard Medical School habla sobre los efectos del estrés en los pacientes de cáncer, y explica que una de las razones por las que puede acelerar la propagación del cáncer, es que mantener niveles altos de cortisol puede desgastar el cuerpo a nivel celular. En estudios de laboratorio también se ha comprobado que la noradrenalina, que se libera como parte de la respuesta de lucha o huida del organismo, estimula la angiogénesis y la metástasis.

Asimismo, el estrés puede provocar la liberación de glucocorticoides, una clase de hormonas esteroides que puede inhibir la apoptosis, un tipo de muerte celular tumoral, y aumentar tanto la metástasis como la resistencia a la quimioterapia. En otros estudios se resalta que estas hormonas incluso pueden afectar al sistema inmunitario, e impedir que reconozca y combata las células cancerosas.

De cualquier manera, no hay estudios concluyentes que comprueben de manera irrefutable que el estrés afecta la supervivencia de los pacientes de cáncer. Aún hace falta que se desarrollen más investigaciones sobre el tema para determinar de manera precisa sus efectos sobre esta enfermedad.

Algunos de nuestros artículos, en los que explicamos si el cáncer es hereditario y recomendamos ejercicios de relajación para combatir el estrés, pueden ser de utilidad para quienes desean profundizar más sus conocimientos sobre el cáncer y sus factores de riesgo. 

Ansiedad y su impacto en la aparición de enfermedades

Al igual que el estrés, otros trastornos de salud mental como la ansiedad están relacionados con el desarrollo de un determinado tipo de enfermedades. De hecho, los expertos señalan que la ansiedad puede aumentar el riesgo de padecer problemas de salud cardiovascular como la hipertensión y las enfermedades del corazón, y trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2.

Pero, ¿qué pasa con respecto al cáncer?, ¿los efectos de la ansiedad sobre el desarrollo y la progresión del cáncer son similares a los del estrés?

Un artículo titulado Association between stress, depression or anxiety and cancer: Rapid review of reviews resalta que la literatura médica se ha estudiado la relación que tiene la ansiedad con la incidencia y las consecuencias del cáncer, con resultados mixtos, similares a los del estrés.

En un estudio publicado por la National Library of Medicine se señala que, aunque no está claro si los factores psicológicos aumentan la incidencia del cáncer, la depresión y la ansiedad se suele asociar a una peor tasa de supervivencia en los pacientes con cáncer.

Para complementar, recomendamos leer los artículos en los que hablamos sobre el trastorno límite de la personalidad y explicamos cómo controlar la ansiedad.

Factores que influyen en la relación entre estrés y cáncer

La conexión entre el estrés y el cáncer no es directa, pero existen algunos factores que pueden influir en la forma en la que el estrés crónico impacta la salud y en el desarrollo o progresión de esta enfermedad.

Tal como señalamos en apartados anteriores, el estrés crónico puede suprimir la función inmunológica, reduciendo la capacidad del cuerpo para detectar y eliminar células malignas en sus primeras etapas.

Además, la angiogénesis, que tiene que ver con la formación de nuevos vasos sanguíneos y que se produce por la liberación de ciertos neurotransmisores en el cuerpo, puede contribuir al desarrollo de los tumores, ya que les brinda un suministro de sangre para crecer y diseminarse. Precisamente por esto es que el estrés está relacionado, según algunos estudios, con la metástasis del cáncer.

Para tener un estilo de vida saludable, recomendamos leer nuestros artículos sobre el síndrome de burnout y sobre estrategias para reducir el estrés.

Métodos para reducir el estrés y proteger el sistema inmunitario

Para evitar los efectos negativos que puede tener el estrés en el organismo, es importante tomar algunas medidas. La práctica de ejercicio físico, algunas técnicas de relajación, e incluso el adoptar hábitos saludables puede hacer la diferencia.

En un artículo en el que hablamos sobre los beneficios de la meditación, por ejemplo, resaltamos que algunas actividades, que se enfocan principalmente en la relajación, pueden ayudar a regular la activación del sistema nervioso simpático, disminuir la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la producción de hormonas como el cortisol. Asimismo, pueden evitar los pensamientos intrusivos que están relacionados con trastornos de salud mental como la ansiedad y la depresión.

También es importante buscar apoyo de familiares y amigos, y recurrir a terapia psicológica si el estrés se está convirtiendo en un problema de salud serio.

¿Es posible prevenir el cáncer relacionado con el estrés?

Tal como mencionamos en apartados anteriores, el estrés no tiene una relación directa con el cáncer, sino que puede llevar a las personas a tener conductas o hábitos que se consideran un factor de riesgo para esta enfermedad.

De cualquier manera, para evitar el impacto que puede tener el cáncer sobre el estrés, así sea de manera indirecta, lo que se debe hacer es tomar medidas para gestionarlo. Las recomendaciones que comentamos en el apartado anterior pueden servir de referencia, y brindar luces sobre lo que se debe hacer para tener el estrés bajo control.

Esto no quiere decir que las personas no puedan estresarse cada tanto, sino que deben tomar medidas de autocuidado emocional para evitar que se convierta en estrés crónico y sus efectos negativos influyan en el desarrollo de algunas enfermedades.