¿Qué es el shiatsu y cómo puede cambiar tu vida?

Principios fundamentales del shiatsu

Breast Cancer explica que aunque el shiatsu se puede parecer a otro tipo de masajes, se diferencia porque se basa en la idea de que hay una energía vital, conocida como ki, qi o chi, que circula a través de canales específicos en el cuerpo llamados meridianos.

En total, son veinte canales, o meridianos, que están conectados por puntos acupunturales o puntos de acupuntura. Si alguno de estos puntos bloquea o dificulta la circulación de esta energía vital de la que hablamos, pueden aparecer diferentes síntomas de malestar, como dolor corporal, dolor de cabeza y problemas digestivos.

En este sentido, el shiatsu permite solucionar cualquier problema con el flujo de energía, ya que ayuda a estimular los puntos de presión y restaura el balance natural del organismo.

Si bien es una técnica que no está alineada con los principios de la medicina tradicional, y no hay evidencia científica de que pueda ayudar a las personas con el tratamiento de un determinado tipo de condiciones, las personas que recurren a ella señalan que han logrado aliviar síntomas como tensión muscular, dolor de cabeza y dolor de cuello, hombros y espalda.

Su uso terapéutico podría ser muy útil para quienes padecen de problemas de estrés o burnout, ya que también ayuda a relajar el cuerpo. De cualquier manera, si se presenta alguna condición que afecte la salud, lo mejor es acudir a un especialista y seguir sus recomendaciones para el tratamiento.

Este artículo cumple con un propósito estrictamente educativo e informativo, y no busca reemplazar de ninguna manera la opinión de los profesionales de la salud.

¿Para qué sirve el shiatsu y cómo puede ayudarte?

El shiatsu tiene múltiples aplicaciones y puede ser una herramienta poderosa para mejorar el bienestar general. A nivel físico, según Northwest Career College, ayuda a aliviar dolores musculares, contracturas, rigidez articular, migrañas, trastornos digestivos y problemas circulatorios.

Adicionalmente, el artículo de Medical News Today que citamos antes menciona que, aunque la investigación científica que respalda su uso es limitada, el shiatsu cumple con diferentes propósitos, como calmar la ansiedad, promover el sueño en las personas con dolor crónico, y aliviar diferentes afecciones como resfriados, sinusitis, bronquitis, insomnio y síndrome premenstrual.

A pesar de estos beneficios y de que puede reducir significativamente los efectos del estrés diario, algunas personas deberían evitar su uso, especialmente las personas con osteoporosis, fracturas óseas, hipertensión, varices, hernias de disco o espondiloartritis anquilosante.

Quienes tienen este tipo de afecciones deben consultar a un médico para evaluar los riesgos y saber si es seguro llevar a cabo sesiones de shiatsu en su condición.

Para complementar lo que comentamos en este apartado y descubrir más técnicas que pueden mejorar el bienestar general de las personas, recomendamos leer uno de nuestros artículos, en el que explicamos cómo quitar la fatiga.

¿En qué consiste una sesión de shiatsu?

Debido a los principios en los que se basa, las sesiones de shiatsu empiezan con una evaluación energética por parte del terapeuta, para determinar cuál es el estado del ki de la persona, y planificar una sesión adaptada a sus necesidades particulares. En esta parte de la sesión se conoce el nivel general de energía de la persona, y se identifica cualquier bloqueo de los meridianos.

Dependiendo de si la persona tiene niveles altos o bajos de energía, se utilizan diferentes técnicas, y se trabaja en puntos meridianos específicos.

El artículo de Breast Cancer que ya citamos, señala que hay diferentes tipos de shiatsu, y que en algunos de ellos se utilizan ciertas técnicas de respiración, estiramientos y meditación.  

Por lo general, las sesiones se llevan a cabo en un ambiente relajante, con ropa que resulte cómoda para el paciente. A diferencia de otro tipo de masajes, no se hace uso de aceites o lociones esenciales.

El objetivo principal del shiatsu no es solo aliviar molestias físicas, sino también promover un estado general de bienestar, ayudando a la persona a reconectar con su cuerpo y a reducir el estrés acumulado.

Cada sesión dura una hora, aproximadamente, aunque este tiempo puede variar ligeramente según las necesidades individuales y el enfoque del terapeuta. 

Aplicaciones prácticas del shiatsu para tu bienestar

Las aplicaciones prácticas del shiatsu para el bienestar de las personas son muy variadas, y van desde el alivio de la tensión muscular y el dolor hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Sin embargo, al igual que sucede con otro tipo de terapias, como la aromaterapia, no hay estudios concluyentes sobre el tema, y la mayoría de la evidencia sobre la que se basan sus beneficios es anecdótica.

Un artículo titulado The evidence for Shiatsu: a systematic review of Shiatsu and acupressure resalta que algunas de las afecciones comunes para las que se suele recomendar este tipo de tratamiento no tradicional son los problemas musculoesqueléticos y psicológicos, pero también:

• Dolores de cabeza.
• Migraña.
• Dolores de espalda.
• Problemas menstruales.
• Enfermedades respiratorias como asma y bronquitis.
• Trastornos digestivos y problemas intestinales.
• Problemas circulatorios.
• Esguinces y lesiones.

Sobre todo esto, se señala que ha mejorado la calidad y la cantidad de los reportes, aunque se necesita de más investigaciones para comprobar de manera irrefutable todos los beneficios que se asocian al shiatsu. 
 

¿Quién puede beneficiarse del shiatsu?

American Massage Therapy Association señala que no hay un público específico que pueda beneficiarse del shiatsu, por lo que es recomendado para todas las personas, independientemente de su edad o sexo. Solo hay que tomar algunas precauciones cuando se padece de cierto tipo de condiciones, ya que en esos casos este tipo de terapia podría ser contraproducente, como ya explicamos en apartados anteriores.

Su uso no solo promueve la relajación mental, sino que podría ser muy útil para controlar el estrés, mejorar la salud y optimizar la funcionalidad de las personas. Por sus efectos sobre el sistema nervioso, algunos incluso lo recomiendan como terapia para quienes padecen de afecciones neurológicas o problemas de salud mental, aunque no hay estudios científicos que respalden este tipo de afirmaciones.

Para hacer shiatsu lo mejor es buscar a un terapeuta certificado, y consultar con un médico para evaluar los riesgos y los beneficios que puede tener.

Es importante tener presente esto último, ya que no reemplaza el tratamiento médico que recomiendan los especialistas para cada tipo de afección. Contar con la opinión de un profesional de la salud puede ayudar a evitar problemas a largo plazo. 

Evidencia científica sobre qué es el shiatsu y sus beneficios

Los estudios científicos sobre los beneficios del shiatsu son muy limitados, sin embargo, en National Library of Medicine se pueden encontrar algunas de ellos, en los que se habla sobre su uso en el tratamiento para el dolor de espalda, en los cuidados paliativos de personas con enfermedades terminales, e incluso como tratamiento complementario para enfermedades como el cáncer.

Si bien estos estudios pueden arrojar luz sobre los potenciales beneficios del shiatsu, hay que aclarar que no son concluyentes y que, en muchos casos, existen limitaciones metodológicas como el tamaño reducido de las muestras o la falta de grupos de control adecuados.

Es importante entender que el shiatsu no reemplaza los tratamientos médicos tradicionales, sino que puede integrarse como un apoyo adicional dentro de un enfoque de salud integral, tal como ya resaltamos antes.

De manera complementaria, recomendamos leer nuestro artículo sobre la importancia de la salud mental, ya que en él compartimos un gran número de estrategias que pueden ser útiles para el tratamiento de trastornos como la ansiedad, el estrés y la depresión, entre otros.

Consejos para aprovechar al máximo tu sesión de shiatsu

El shiatsu es una terapia holística, y por ello va más allá de lo que se hace en cada sesión de masajes. Es decir, para obtener sus potenciales beneficios, las personas deben combinar las sesiones de shiatsu con hábitos de alimentación saludables, ejercicios de relajación, e incluso otras terapias complementarias.

Antes de empezar, es importante informar al terapeuta sobre cualquier condición médica, lesiones, dolencias actuales o cambios emocionales recientes. Esto no solo permite adaptar la sesión a las necesidades específicas de cada persona, sino que también contribuye a crear un ambiente de confianza y seguridad.

Además, después de cada sesión se recomienda descansar, evitar actividades físicas intensas, y beber suficiente agua para mantenerse hidratado.

Para finalizar, recomendamos leer nuestro artículo sobre los beneficios del yoga, ya que este tipo de ejercicio ha demostrado ser muy efectivo en el tratamiento de trastornos vinculados al estrés.