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Principio de neumonía: cómo detectar los primeros síntomas y actuar a tiempo

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Mujer con principio de neumonía

Tiempo de lectura: 7 minutos

La neumonía es una infección que afecta los pulmones, y que según la Organización Mundial de la Salud es una de las principales causas de muerte en los niños menores de 5 años. Esta enfermedad puede convertirse en un problema grave si no se atiende a tiempo, sobre todo en los grupos más vulnerables, que incluye a los niños, pero también a los adultos mayores de 65 años y a las personas que tienen problemas de salud preexistentes.

En este artículo explicamos cuáles son los primeros síntomas de la neumonía y cómo diferenciarlos de otras afecciones respiratorias comunes. Además, comentamos cuándo acudir al médico, qué factores de riesgo se deben tener en cuenta, y por qué la atención temprana puede marcar la diferencia en la recuperación. 

Síntomas que pueden indicar el principio de neumonía

Reconocer los síntomas de la neumonía es sumamente importante, sobre todo porque el diagnóstico temprano permite recibir el tratamiento a tiempo y evitar complicaciones. Sin embargo, no todas las personas saben reconocer las señales de esta condición, y pueden pensar que se trata de algo inofensivo.

Algunos de los primeros síntomas, por ejemplo, son similares a los de la influenza y precisamente por esto se generan confusiones. Algunos de los más comunes son:

  • Tos persistente, seca o con flema.
  • Fiebre y escalofríos frecuentes.
  • Fatiga y malestar general.
  • Dificultad para respirar con esfuerzo leve.

Según American Lung Association, algunos de estos síntomas son tan leves que las personas apenas los notan, y cuando se presentan algunos que son más graves ya es tarde y lo más probable es que se requiera de una hospitalización.

Hay que tener presente también que todo esto puede variar en función del tipo de neumonía, ya que puede tratarse de neumonía bacteriana o de neumonía viral. Además, dependiendo del grupo etario al que se pertenezca, también se pueden manifestar los síntomas de una forma particular.

El artículo que recién citamos explica que, en algunas ocasiones, los recién nacidos, los bebés y los adultos mayores pueden presentar síntomas leves o directamente no tener ningún signo de infección.

Debido a que se trata de los grupos más vulnerables, es fundamental tomar medidas para cuidar su salud y prevenir que el principio de neumonía se convierta en un problema de salud más grave. 

Causas más frecuentes del principio de neumonía

El principio de neumonía se puede desarrollar debido a diferentes agentes infecciosos o gérmenes, dentro de los que se destacan las bacterias y virus que llegan a nuestros pulmones cuando respiramos. Mayo Clinic explica que, por lo general, nuestro sistema inmunológico responde ante estas amenazas de forma efectiva, pero que puede haber algunas ocasiones en las que su respuesta no es suficiente.

Estas son las causas más comunes de neumonía:

  • Bacterias: en muchos países, la principal responsable de esta condición es una bacteria conocida como Streptococcus pneumoniae. Este tipo de infección se produce en todo el mundo y es más frecuente durante las temporadas de invierno y primavera.
  • Hongos: la infección de neumonía que se produce por hongos afecta principalmente a las personas con sistemas inmunológicos débiles o problemas de salud crónicos. Está asociada a la inhalación de hongos presentes en el suelo o en el excremento de las aves.
  • Virus: algunos de los virus que causan los resfriados también pueden causar neumonía. De hecho, son la causa más común de esta condición en los niños menores de 5 años.

Mayo Clinic también habla de la neumonía por aspiración, un tipo de neumonía que se produce por la inhalación de bebidas, vómito, o saliva que penetra en los pulmones y causa una infección. Asimismo, resalta el vínculo que tiene esta condición con otras enfermedades respiratorias como el COVID-19.

Tomar medidas preventivas es clave, por eso recomendamos leer uno de nuestros artículos, en el que explicamos cómo prevenir la gripe

Hombre en consulta por principio de neumonía

Factores de riesgo en el desarrollo del principio de neumonía

Hay personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar neumonía que otros, tanto por factores que se pueden modificar como por otros que no. La edad, por ejemplo, influye en la prevalencia de la enfermedad, ya que los grupos que están más expuestos son los recién nacidos, los niños menores de dos años y los adultos mayores de 65 años.

Además de la edad, National Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI) señala los siguientes factores de riesgo:

  • Factores ambientales: estar en contacto con un grupo muy numeroso de personas aumenta el riesgo de padecer neumonía. Muchas veces el contagio se produce a causa de alguien más que tiene este tipo de infección.
  • Ocupación: el riesgo de neumonía también es más alto en quienes respiran de forma regular aire contaminado o vapores tóxicos.
  • Estilo de vida y hábitos: fumar cigarrillos es negativo porque hace que el cuerpo tenga problemas para eliminar la mucosidad de las vías respiratorias. Además, quienes consumen alcohol o drogas tienen un sistema inmunológico más débil.
  • Condiciones médicas específicas: las personas que tienen afecciones que afectan el sistema inmunológico, enfermedades pulmonares o trastornos cerebrales, también tienen un riesgo más alto de padecer neumonía.

La lista es bastante amplia, y como mencionamos antes, incluye algunos factores que son modificables. A las personas que fuman, recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo limpiar los pulmones del tabaco, ya que es uno de los hábitos que más influye en las enfermedades pulmonares. 

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¿Cómo se diagnostica el principio de neumonía?

El diagnóstico del principio de neumonía solo lo puede hacer un profesional de la salud, quien debe evaluar la historia médica de la persona, sus síntomas y llevar a cabo algunas pruebas para descartar que se trate de algo más.

NHLBI explica que para el diagnóstico el médico puede consultar a la persona sobre los síntomas que ha estado experimentando, y evaluar si hay factores de riesgo importantes que hayan podido contribuir a la infección.

Asimismo, puede realizar un examen físico sencillo, comprobando la temperatura corporal y escuchando los pulmones con un estetoscopio. En caso de que lo considere necesario, puede solicitar los siguientes exámenes:

  • Radiografía de tórax: para evaluar si hay inflamación en los pulmones.
  • Análisis de sangre: un hemograma completo permite ver si el cuerpo está combatiendo alguna infección.
  • Oximetría de pulso: esta prueba mide la cantidad de oxígeno en la sangre.

Si la persona está muy enferma también se pueden llevar a cabo una gasometría arterial, una prueba de esputo, una broncoscopia o una tomografía del tórax, entre otras pruebas más. Para entender su propósito, recomendamos complementar la lectura con nuestro artículo sobre saturación de oxígeno

Tratamientos recomendados en fases tempranas del principio de neumonía

El tratamiento de la neumonía depende principalmente de la causa y de qué tan grave sea el cuadro médico que presenta la persona. Cleveland Clinic explica también que en algunos casos no es posible determinar qué provocó la neumonía, por lo que el tratamiento se puede enfocar en controlar los síntomas y evitar que la condición empeore.

De cualquier manera, los tratamientos pueden incluir:

  • Antibióticos: para tratar la neumonía si la infección se debe a una bacteria.
  • Antimicóticos: para tratar la neumonía cuando la infección se produjo por un hongo.
  • Medicamentos antivirales: aunque cuando se trata de virus es probable que la neumonía desaparezca por sí sola, los médicos pueden recomendar algunos antivirales para reducir la duración de la enfermedad.
  • Líquidos intravenosos: para prevenir la deshidratación.
  • Drenaje de líquidos: esto solo se realiza si hay acumulación de líquido en los pulmones y la pared torácica.

Si se trata de un caso leve, los especialistas pueden recomendar reposo, hidratación y el uso de medicamentos para controlar síntomas como la fiebre. Para complementar, recomendamos leer el artículo en el que explicamos para qué sirve el ibuprofeno

Médico evalúa pulmones por principio de pulmonía

Complicaciones derivadas de no tratar el principio de neumonía

Ignorar o subestimar los síntomas iniciales de la neumonía puede tener consecuencias graves para la salud. Cuando esta enfermedad no se diagnostica ni se trata a tiempo, la infección puede extenderse rápidamente y causar complicaciones que afectan no solo a los pulmones, sino también a otros órganos y sistemas del cuerpo.

Los expertos comentan que, sin el tratamiento adecuado, la enfermedad puede progresar a una neumonía grave, lo que aumenta el riesgo de hospitalización y la necesidad de cuidados intensivos.

Además, en algunos casos es posible que, a pesar de recuperarse, las personas queden con secuelas respiratorias de forma permanente. Consultar a un especialista puede ser de mucha ayuda, ya que estos profesionales están capacitados para hablar del tema y pueden explicar cuáles son cuidados del aparato respiratorio que se deben seguir.

Medidas preventivas para evitar el principio de neumonía

La prevención es clave cuando se trata de enfermedades como la neumonía, y lo mejor de todo es que las medidas que se deben tomar para prevenir esta enfermedad son muy sencillas.

Lo principal es tener una buena higiene, dejar de fumar y tener hábitos saludables. Esto reduce el riesgo de enfermarse o de complicaciones en caso de tener una infección de neumonía. Asimismo, Mayo Clinic recomienda vacunarse, ya que hay algunas vacunas que pueden ayudar a prevenir algunos tipos de neumonía y gripe.

Esto último es muy importante, en especial en los sectores más vulnerables a este tipo de enfermedad. Hay que tener presente que debido a que dentro de sus causas se encuentran las infecciones por bacterias o virus, la neumonía es contagiosa, y las vacunas pueden ayudar a prevenir contagios de personas enfermas.

En el artículo en que explicamos para qué sirven las vacunas hablamos a profundidad del tema, por lo que recomendamos darle un vistazo. 

¿Cuándo acudir al médico ante un posible principio de neumonía?

Ante la sospecha de un principio de neumonía, es fundamental acudir a un centro de atención médica, sobre todo si los síntomas no mejoran después de dos días.

La dificultad para respirar o la sensación de ahogo al realizar esfuerzos mínimos, como subir escaleras o hablar, es una señal clara de que algo no está bien, y no se puede pasar por alto.

La decisión de consultar a un profesional de la salud es más clara cuando se trata de niños y de ancianos, que como ya mencionamos en apartados anteriores, son quienes se pueden ver más afectados por la neumonía.

Para finalizar, sugerimos complementar la lectura con nuestro artículo sobre la importancia de la hidratación, ya que la deshidratación es uno de los principales efectos negativos en esta y otras enfermedades.